Book: ¿Puede la oración cambiar las cosas?
Quotes of Book: ¿Puede la oración cambiar las
Podemos estar seguros de que ser culpables de pecado no nos descalifica del privilegio de venir a la presencia de Dios. El salmista no está hablando de cometer pecado, sino de permitirlo. Los puritanos hablaban del concepto de permitir el pecado. No es tanto la victoria sobre el pecado lo que tenemos que mirar como la batalla misma. Estamos en una batalla constante contra el pecado, y nunca resultamos ilesos. Una de las señales del verdadero cristiano es que nunca cesa de luchar. No siempre gana, aunque ganará la batalla definitiva por causa de Cristo. Si una persona llega a rendirse en la batalla, entonces realmente ha aceptado el mal, lo ha legitimado. En una palabra, lo aprueba, incluso lo permite. En un sermón sobre la primera de las bienaventuranzas, "Bienaventurados los pobres en espíritu", el gran predicador inglés Charles Haddon Spurgeon dijo que "el pecador orgulloso quiere a Cristo, y sus propias fiestas; a Cristo y sus propias lujurias; a Cristo y su propia obstinación. ¡Aquel que es verdaderamente pobre en espíritu solo quiere a Cristo, y hará cualquier cosa, y dará cualquier cosa por tenerlo!". Esto es lo que el Salmo 66 está sugiriendo. La idea misma de una persona intentando orar mientras abriga algún pecado, mientras se aferra a un pecado que no está dispuesto a rendir al señorío de Cristo, arroja una oscura sombra de duda sobre la validez de su condición de hijo. book-quotepan nuestro de cada día, dánoslo hoy Dios provee para su pueblo. Merece la atención que lo que aquí se pide es el pan diario, no el bistec diario o el costillar de primera calidad diario. Dios suple las necesidades, pero no siempre las exquisiteces. Observemos la experiencia de los israelitas luego de su liberación de la tierra de Egipto. Dios le proveyó el pan al pueblo milagrosamente en forma de maná. ¿Qué sucedió entonces? Primero, ellos dejaron de darle gracias a Dios por su provisión. Segundo, dejaron de pedirle su provisión. Tercero, comenzaron a quejarse de su provisión. Finalmente, comenzaron a recordar lo bien que andaban las cosas en Egipto. Soñaban con los pepinos, los melones, los puerros, y los ajos que habían tenido en Egipto -al mismo tiempo que olvidaban la opresión, las durezas, y las torturas que habían soportado a manos del Faraón. Se quejaban por tener que comer maná al desayuno, maná al almuerzo, y maná en la cena. Los israelitas comían suflé de maná, pastel de maná, merengue de maná, maná cocido, maná horneado, y maná asado. Pronto estaban pidiendo carne a gritos. En Números 11:18-19 se nos relata esta historia: Pero dile al pueblo que se santifique para mañana. Ustedes van a comer carne, pues han llorado ante mí y han dicho: "¡Cómo quisiéramos que alguien nos diera a comer carne! La verdad, ¡nos iba mejor en Egipto!" Así que yo, el Señor, voy a darles a comer carne. Y no la comerán un día ni dos; ni cinco, diez o veinte días, sino todo un mes, hasta que les salga por las narices, y se harten de comerla. Dios dijo: "Si quieren carne, carne les voy a dar, y van a comer carne hasta el hastío". Una de las cosas que delata nuestra condición caída es el concepto del hombre que se hace a sí mismo, alguien que se arroga el mérito por la abundancia de sus bienes y olvida la Fuente de todas sus provisiones. Debemos recordar que a fin de cuentas es Dios quien nos da todo lo que tenemos. book-quoteLa Biblia dice que hay ciertas cosas que Dios ha decretado desde la eternidad. Tales cosas sucederán inevitablemente. Si tú oraras individualmente o si tú y yo uniéramos fuerzas en oración, o si todos los cristianos del mundo orásemos colectivamente, eso no cambiaría lo que Dios, en su consejo oculto, ha determinado hacer. Si decidiéramos orar para que Jesús no regrese, aun así él regresaría. Aunque quizá tú preguntarás: "¿No dice la Biblia que si dos o tres se ponen de acuerdo en algo, lo conseguirán?" Sí, eso dice, pero ese pasaje habla de la disciplina de la iglesia, no de las peticiones de oración. Así que debemos tener en consideración toda la enseñanza bíblica sobre la oración y no aislar un pasaje del resto. Debemos abordar el asunto a la luz de toda la Escritura, evitando una lectura fragmentaria. book-quote