Fui a ver a Susana Campos con la ilusión de acostarme con ella, pero me recibió con su novio, los dos muy drogados. Tomaban de una botella un líquido blanquecino que habían diluido en agua anfetaminas, un LSD y algunos gramos dispersos, como polvo en el aire, de cocaína. Así que estaban muy volados, el novio se había subido a un árbol y hablaba desde arriba como si fuera un predicador. Para bajar, decían que fumaban porro y eso los volvía a la realidad. Durante casi dos horas me contaron la increíble experiencia de ir al cine drogados. La película duraba años, según ellos, y era muy intensa. Tenían que interrumpirla para ir al baño y a veces no sabían cómo volver a sus asientos.
( Ricardo Piglia )
[ Los diarios de Emilio Renzi: ]
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