Ponerse un huipil era toda una iniciación, al hacerlo uno repetía diariamente el viaje interior hacie el exterior. Al meter la cabeza por el orificio del huipil, uno transitaba entre el mundo de sueños que está reflejado en el bordado hacia la vida que aparece en cuanto uno saca la cabeza.Ese despertar a la realidad es un acto ritual matutino que recuerda día a día el significado del nacimiento.Los huipiles la mantienen a una con la cabeza en el centro, cubierta por delante, por detrás y por los costados. Esta cruz que forma la tela bordada del huipil significa estar plantada en el centro del universo. Alumbrada por el sol y arropada por los cuatro vientos, los cuatro rumbos, los cuatro elemntos.
( Laura Esquivel )
[ Malinche ]
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