La cita se refleja en la inevitabilidad de la muerte y su inesperada llegada, lo que sugiere que no podemos controlar cuándo sucede. El autor usa imágenes de una oveja y arena para ilustrar la fragilidad de la vida y la existencia, señalando cuán fácil e insignificantemente un individuo puede desaparecer del mundo.
Además, la noción de no poder responder a la vida indica una lucha con la resiliencia contra las fuerzas del destino. Hace hincapié en la inutilidad de pretender ser fuerte cuando se enfrenta a las profundas realidades de la mortalidad y la vulnerabilidad en la vida, tal como se captura en el trabajo de Naguib Mahfouz.
.