Después de la guerra, Avi, a la edad de veintidós años, tomó una decisión fundamental con respecto a su educación, eligiendo perseguir la psicología. Su elección estaba profundamente arraigada en el deseo de explorar las complejidades de la existencia humana más allá de los simples procesos cognitivos. Su objetivo era profundizar para comprender la esencia de la humanidad, enfatizando su interés en el alma en lugar de solo la mente.
Este enfoque en el alma refleja una profunda curiosidad sobre los aspectos más profundos de la naturaleza humana. La decisión de Avi significa no solo una carrera profesional sino también una búsqueda de significado y visión de lo que impulsa y define a las personas en su núcleo. Sus motivaciones destacan una investigación filosófica más amplia sobre la experiencia humana.