En la cita del libro de Mitch Albom "Have A Little Faith: A Reo Story", el orador reflexiona sobre el final de su vida y las buenas acciones que han tomado mientras viven. Mencionan sus intentos de seguir las enseñanzas de Dios, amar a su familia y contribuir positivamente a su comunidad. Este momento introspectivo los lleva a cuestionar qué recompensa podrían recibir por sus esfuerzos y bondad.
La respuesta de Dios, como lo imagina el hablante, enfatiza que hacer el bien no es una relación transaccional que gane recompensas. En cambio, Dios destaca que estas acciones deben verse como expectativas fundamentales de la vida. La esencia del mensaje es que vivir una buena vida es su propia recompensa, en lugar de algo para ser compensado al final del viaje de uno.