En su libro "Animal Dreams", Barbara Kingsolver explora el concepto de conciencia en relación con la vida y la eternidad. Ella transmite que las personas a menudo se centran en gran medida en lo que sucede después de la muerte, lo que lleva a la ansiedad sobre el futuro. Esta preocupación por el más allá tiende a eclipsar los pensamientos sobre la vasta extensión del tiempo que existió antes del nacimiento, lo cual es igual de significativo. Ambos estados representan un continuo infinito que se extiende infinitamente en cualquier dirección desde nuestra existencia actual.
La observación deHallie resalta la tendencia humana a fijarse en las incógnitas de la eternidad después de la muerte al tiempo que descuida la contemplación igualmente válida del tiempo antes de nuestra existencia. Esta reflexión invita a los lectores a reconsiderar su perspectiva sobre el tiempo y la existencia, reconociendo que tanto el pasado como el futuro son parte del mismo viaje infinito. En última instancia, la conciencia de este infinito dual puede ayudar a cambiar nuestro enfoque de la preocupación a una comprensión más equilibrada del continuo de la vida.