Pero hoy no es ayer, y el REB no pudo hacer nada más que escuchar las peores palabras imaginables. No podríamos salvarle a él por un médico que nunca había conocido antes esa noche. ¿Cómo podría suceder esto? Había sido perfectamente normal más temprano en el día, una niña juguetona, toda su vida antes que ella. ¿No pudimos salvarla? ¿Dónde está la lógica, el orden de la vida?
(But today is not yesterday, and the Reb could do nothing but listen to the worst imaginable words-We couldn't save her-told to him by a doctor he had never met before that night. How could this happen? She had been perfectly normal earlier in the day, a playful child, her whole life before her. We couldn't save her? Where is the logic, the order of life?)
En "Have a Little Faith: A Reo Story" de Mitch Albom, la narrativa presenta un momento desgarrador cuando un personaje, conocido como el REB, enfrenta las noticias insoportables de la muerte de un niño. El médico entrega el devastador mensaje de que no pudieron salvarla, destrozando el mundo del Reb. Este momento lo obliga a lidiar con la insensatez de la vida y la profunda agitación emocional que acompaña a una pérdida inesperada.
Este trágico evento se refleja en la imprevisibilidad de la existencia, ya que el niño había parecido vibrante y lleno de vida solo unas horas antes. La lucha del Reb al comprender la realidad de la muerte y el cambio abrupto de la esperanza a la desesperación encapsula un profundo dilema existencial. Ilustra el doloroso contraste entre el flujo ordinario de la vida y los eventos duros, a menudo incomprensibles, que lo interrumpen.