¿Alguna vez escuchaste un sermón que se sintió como si estuviera siendo gritado solo en tu oído? Cuando eso sucede, generalmente tiene más que ver contigo que el predicador.
(Did you ever hear a sermon that felt as if it were being screamed into your ear alone? When that happens, it usually has more to do with you than the preacher.)
(Did you ever hear a sermon that felt as if it were being screamed into your ear alone? When that happens, it usually has more to do with you than the preacher.)
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Reseñas)
En "Have a Little Faith: A Reo Story" de Mitch Albom, el autor reflexiona sobre el impacto personal de los sermones. Describe momentos en que un mensaje resuena profundamente, haciéndolo sentir como si el predicador esté hablando directamente con el oyente individual. Esta conexión sugiere que las propias experiencias y sentimientos del oyente son fundamentales para interpretar el mensaje.
La cita destaca la idea de que cuando un sermón ataca un acorde, a menudo revela más sobre el estado mental o la situación del oyente que sobre la entrega prevista del predicador. Enfatiza la relación íntima entre la fe, la experiencia personal y las interpretaciones que surgen de ellos.
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Todos nuestros esfuerzos humanos son así, reflexionó, y es solo porque somos demasiado ignorantes para darnos cuenta, o estamos demasiado olvidadizos para recordarlo, que tenemos la confianza para construir algo que debe durar.
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El valor del dinero es subjetivo, dependiendo de la edad. A la edad de uno, uno multiplica la suma real de 145,000, lo que hace que una libra parezca 145,000 libras para un año de un año. A siete, la edad de Bertie, el multiplicador es 24, por lo que cinco libras parecen 120 libras. A la edad de veinticuatro, cinco libras son cinco libras; A los cuarenta y cinco, se divide por 5, por lo que parece que una libra y una libra parecen veinte peniques. {Todas las figuras cortesía del folleto de consejos del gobierno escocés: manejo de su dinero.}
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De hecho, ninguno de nosotros sabe cómo logró obtener su LLB en primer lugar. Tal vez están poniendo títulos de derecho en cajas de copos de maíz en estos días.
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El Lion Red era un bar de cuatro alas con un puñado de hijos de trabajo bajo que parecían estar relacionados entre sí de manera fruncida por el Antiguo Testamento.
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Mira, si dices que la ciencia eventualmente demostrará que no hay Dios, sobre eso debo diferir. No importa cuán pequeños lo tomen, a un renacuajo, a un átomo, siempre hay algo que no pueden explicar, algo que lo creó todo al final de la búsqueda.
Y no importa cuán lejos intenten llegar al otro lado, para extender la vida, jugar con los genes, clonar esto, clonar eso, vivir a ciento cincuenta, en algún momento, la vida ha terminado. ¿Y entonces qué pasa? Cuando la vida llega a su fin?
Me encogí de hombros.
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Se recostó. Él sonrió.
Cuando llegas al final, ahí es donde comienza Dios.
Mitch Albom
Los pueblos pequeños son como metronómicos; Con la más mínima película, el ritmo cambia.
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Dices que deberías haber muerto en mi lugar. Pero durante mi estancia en la tierra, también murieron personas en mi lugar. Sucede todos los días. Cuando cae un rayo un minuto después de que te hayas ido, o se estrella un avión en el que podrías haber estado. Cuando tu colega enferma y tú no. Creemos que esas cosas son aleatorias. Pero todo tiene un equilibrio. Uno se seca, otro crece. El nacimiento y la muerte son parte de un todo.
Mitch Albom
Tenemos tantas vidas entre el nacimiento y la muerte. Una vida para ser un niño. Una vida a la mayoría de edad. Una vida para deambular, asentarse, enamorarse, a los padres, probar nuestra promesa, realizar nuestra mortalidad, y, en algunos casos afortunados, hacer algo después de esa realización.
Mitch Albom
Pero un pincel, piensa, es la llave maestra de la mente de un prisionero.
David Mitchell