Excepto que durante los nueve meses antes de detener su primer aliento, ningún hombre maneja sus asuntos, así como un árbol.
(Except during the nine months before he draws his first breath, no man manages his affairs as well as a tree does.)
En "Man and Superman" de George Bernard Shaw, el autor reflexiona sobre la sabiduría inherente de la naturaleza, particularmente a través de la analogía de un árbol. La cita sugiere que un árbol, a lo largo de su existencia, personifica un equilibrio perfecto y una gestión de su propia vida, superando a los seres humanos en la organización y el crecimiento de sus asuntos. Esta observación enfatiza la idea de que, si bien los humanos a menudo se enredan en complejidades y preocupaciones, la naturaleza sigue un camino más instintivo y estable.
La afirmación de Shaw destaca la simplicidad y efectividad del diseño de la naturaleza, contrastándolo con las tendencias humanas para complicar la vida. Sirve como un recordatorio de que, aparte de la fase inicial de la existencia, los individuos podrían beneficiarse de observar y aprender de los procesos naturales. El árbol simboliza la resiliencia y la adaptación, instándonos a reconsiderar cómo abordamos nuestras vidas en busca de una existencia armoniosa.