En "Have a Little Faith" de Mitch Albom, se produce un momento significativo cuando un personaje registra un mensaje final que se reproducirá después de su muerte. Él comparte esta cinta solo con Teela, quien lo ayuda, asegurando que su familia la reciba. En este breve mensaje, aborda las dos preguntas más apremiantes sobre su fe: su creencia en Dios y la existencia de la vida después de la muerte. Afirmativamente responde a ambos, pero notablemente expresa su incapacidad para transmitir la realidad de la otra vida.
La yuxtaposición de temas serios con humor es evidente ya que la audiencia se ríe de la revelación del REB de que, si bien ha alcanzado el conocimiento de lo que está más allá, no puede compartirlo. Este momento enfatiza el misterio de la fe y las limitaciones de la comprensión humana con respecto a la vida después de la muerte, mostrando tanto la convicción de Reb como la ligereza de la experiencia humana frente a las preguntas profundas.
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