El personaje descrito en "Palace Walk" de Naguib Mahfouz muestra una renuencia a participar en la autorreflexión o un profundo pensamiento sobre su propia vida. Al igual que muchas personas que están constantemente rodeadas de otros, no contempla su ser interno hasta que las circunstancias externas o las personas lo impulsen a hacerlo. Esta tendencia destaca un comportamiento común en aquellos que llevan vidas ocupadas, ya que a menudo priorizan las interacciones y obligaciones inmediatas sobre el autoexaminación.
Se ha entregado completamente al flujo de la vida a su alrededor, volviéndose tan inmerso en actividades diarias que apenas reconoce su propia identidad. La única visión que percibe de sí mismo es superficial, similar a ver su reflejo en la superficie del agua. Esta metáfora enfatiza cuán desconectado está de su verdadero yo, lo que sugiere que no está bien de sus propios pensamientos y sentimientos, perdido en las demandas de su entorno.