La esencia de la vida puede compararse con la de una historia, centrándose principalmente en la transformación del carácter. En la narración de historias, un protagonista a menudo evoluciona de ser defectuoso o indigno a las cualidades de encarnación como la amabilidad o la valentía. Este arco de crecimiento es crucial; Sin ella, no hay una narrativa real. Por lo tanto, el cambio de personaje no solo es importante en las historias, sino que también puede reflejar una verdad más profunda sobre la vida misma.