Muchas religiones abogan por la paz y la armonía entre las personas, instando a los seguidores a resolver conflictos a través de la comprensión en lugar de la violencia. A pesar de estas enseñanzas, la historia muestra que las diferencias religiosas han alimentado con frecuencia conflictos y guerras a lo largo de los siglos. La paradoja radica en el hecho de que los principios destinados a promover la paz a menudo se convierten en los catalizadores de la división y la hostilidad.
"Have A Little Faith" de Mitch Albom destaca esta ironía, ilustrando cómo las creencias profundamente sostenidas a veces pueden conducir a acciones destructivas. Si bien las religiones apuntan a guiar a la humanidad hacia una mejor existencia, la mala interpretación o la manipulación de estas creencias puede resultar en conflictos y derrames de sangre, mostrando una profunda lucha entre la fe y las consecuencias del comportamiento humano.