En su libro "Have A Little Faith: A History Story", Mitch Albom analiza una perspectiva intrigante sobre la religión a través de una cita atribuida a Napoleón. Sugiere que la religión sirve como un mecanismo social que frena los impulsos violentos, particularmente entre los menos ventajados. Sin las limitaciones morales proporcionadas por la fe, las personas podrían ser impulsadas a actuar sobre sus deseos, lo que lleva al caos y al desorden en la sociedad.
La interpretación deAlbom indica que la creencia en un poder superior y las consecuencias de las acciones de uno puede evitar conflictos y mantener la armonía social. El miedo a la retribución o el castigo divino puede actuar como un elemento disuasorio contra las acciones, promoviendo un sentido de orden entre las personas que de otro modo podrían sentirse justificadas al tomar lo que creen que les falta.