El libro de Mitch Albom "Have A Little Faith" incluye una poderosa afirmación sobre la relación entre la ciencia y la existencia de Dios. El narrador argumenta en contra de la noción de que la ciencia eliminará por completo la necesidad de creer en un poder superior. Él postula que incluso cuando la ciencia profundiza en los componentes más pequeños de la vida, como átomos y renacuajos, sigue habiendo un misterio fundamental que la ciencia no puede explicar completamente. Esto sugiere que debe haber algo mayor que lo iniciara todo, trascendiendo la investigación científica.
La cita enfatiza la idea de que, independientemente de cuán lejos avance la ciencia en la comprensión del universo, siempre encontrará preguntas que conducen a la idea de la creación. Esta perspectiva destaca las limitaciones de la exploración científica y el papel duradero de la fe en la comprensión de la existencia. En última instancia, el narrador cree que la búsqueda del conocimiento puede revelar mucho, pero también defenderá la creencia esencial en un creador divino que no puede ser descartado.