Las pequeñas ciudades comienzan con un letrero. Las palabras pueden ser tan simples como el título de una historia, bienvenida para Harbeville, ahora ingresando a Clawson, pero una vez que cruzas, estás dentro de esa historia, y todo lo que haces serán parte de su historia.
(Small towns begin with a sign. The words can be as simple as the title of a story--Welcome to Harberville, Now entering Clawson--but once you cross, you are inside that story, and all that you do will be part of its tale.)
Los pueblos pequeños están marcados por los letreros de bienvenida que le presentan una nueva historia y experiencia. Estas señales, como "Bienvenido a Harbeville" o "Entrando en Clawson", significan la transición a una narrativa única donde cada acción contribuye a la historia en curso de la ciudad. Cada visita e interacción dentro de este nuevo espacio da forma a su historia y su futuro.
Este concepto enfatiza la idea de que mudarse a un pueblo pequeño no solo ingresa a un espacio físico, sino que también entran en una narración colectiva. Las vidas e historias de la gente del pueblo entrelazan, creando un rico tapiz de experiencias compartidas. El autor Mitch Albom nos recuerda que nuestra presencia en estos lugares deja un impacto duradero, agregando nuestros capítulos personales a la historia existente.