En nuestras vidas, con frecuencia ignoramos a las personas que son más importantes para nosotros, a menudo dando por sentado su presencia. Esto puede conducir a una sensación de distancia o desapego emocional, lo que nos hace pasar por alto su apoyo y amor. Sin embargo, en el momento en que experimentamos una pérdida, de repente nos damos cuenta de lo significativos que eran en nuestras vidas y sentimos una urgencia abrumadora de volver a conectarse con ellos, aunque solo en la memoria.
.Mitch Albom, en su libro "La primera llamada telefónica del cielo", captura conmovedor este sentimiento. A menudo no apreciamos las voces que brindan comodidad y aliento hasta que ya no están disponibles para nosotros. Este reflejo insta a los lectores a apreciar sus relaciones y a reconocer el valor de esas conexiones antes de que sea demasiado tarde.