Stephen vio los paquetes de vidas con sus recuerdos y le encanta ir a girar y vomitar al suelo. La muerte no tenía sentido, pero aún así el número de ellos siguió y seguía y en ese nuevo infinito todavía había horror.
(Stephen watched the packets of lives with their memories and loves go spinning and vomiting into the ground. Death had no meaning, but still the numbers of them went on and on and in that new infinity there was still horror.)
En "Birdsong" de Sebastian Faulks, el personaje Stephen observa las consecuencias caóticas de la muerte, presenciando los restos de vidas llenas de recuerdos y emociones en cascada en el suelo. Esta sorprendente imagen captura la naturaleza abrumadora de la pérdida y la manifestación física de la muerte, retratándola tanto como una realidad brutal como un ciclo implacable.
A pesar de la naturaleza indiferente de la muerte, el gran volumen de vidas perdidas deja una impresión duradera de horror. La narración enfatiza que si bien la muerte puede carecer de significado intrínseco, la presencia inquietante de aquellos que han fallecido continúa resonando, destacando una profunda sensación de dolor y el impacto persistente de la mortalidad en los vivos.