En el libro de Mitch Albom "Have A Little Faith: A History Story", explora el concepto de amor duradero que proviene de experiencias compartidas y la vida construida en conjunto. Este tipo de amor madura con el tiempo, reflejando una conexión profunda formada a través de la comprensión mutua, el apoyo y los momentos compartidos. Se trata de reconocer la belleza en lo que ya se ha establecido, en lugar de buscar la perfección o la novedad.
Esta realización resalta que las relaciones duraderas no se tratan solo de comienzos apasionados, sino que están enriquecidos por el viaje que los socios toman juntos. La esencia de tal amor radica en apreciar los pequeños momentos cotidianos que unen una vida juntos, creando en última instancia un vínculo que representa la prueba del tiempo.