En el extracto de "Animal Dreams" de Barbara Kingsolver, el autor reflexiona sobre los instintos primarios que residen dentro de los humanos. La sensación física descrita, una sensación de espinda en la parte posterior del cuero cabelludo y el cuello, ilustra una reacción involuntaria que nos conecta con nuestra naturaleza animal. Sugiere que ciertas respuestas, similares a las que se ven en los animales, están profundamente arraigadas en nuestra biología y respuestas emocionales.
.Kingsolver enfatiza que los humanos, como otros mamíferos, no son solo productos de civilización, sino que están influenciados por sus pensamientos e instintos de animales innatos. Este reconocimiento de nuestra naturaleza básica destaca las complejidades del comportamiento humano y sugiere que debajo de la superficie, permanecemos estrechamente vinculados a nuestros orígenes animales, lo que hace que sea inútil negar o disfrazar estos instintos.