La verdad es que una parte de mí es todas las edades. Soy un niño de tres años, soy un niño de cinco años, tengo treinta y siete años, soy un niño de cincuenta años. He pasado por todos ellos y sé cómo es. Me deleito en ser un niño cuando es apropiado ser un niño. Me deleito en ser un viejo sabio cuando es apropiado ser un anciano sabio. ¡Piensa en todo lo que puedo ser! Tengo todas las edades, hasta la mía. ¿Entiendes? "Asentí." ¿Cómo puedo tener envidia de dónde estás? Cuando he estado allí yo mismo?
(The truth is, part of me is every age. I'm a three-year-old, I'm a five-year-old, I'm a thirty-seven-year-old, I'm a fifty-year-old. I've been through all of them, and I know what it's like. I delight in being a child when it's appropriate to be a child. I delight in being a wise old man when it's appropriate to be a wise old man. Think of all I can be! I am every age, up to my own. Do you understand?" I nodded. "How can I be envious of where you are-when I've been there myself?)
En "Martes con Morrie", el orador reflexiona sobre la idea del envejecimiento y la acumulación de experiencias a lo largo de la vida. Él enfatiza que cada etapa de la vida, desde niños pequeños hasta mayores, contribuye a quién es hoy. Esta perspectiva le permite apreciar la alegría de ser joven y la sabiduría que viene con la edad. Él encarna múltiples edades, lo que sugiere que nuestras identidades están formadas por todos los años que hemos vivido, lo que le permite sentirse conectado a cada fase de la vida.
El orador expresa que, en lugar de sentir envidia de las experiencias de los demás, a diferentes edades, abraza su pasado y las lecciones aprendidas. Esta comprensión holística fomenta una apreciación más profunda por la vida a todas las edades, creando un rico tapiz de experiencias que dan forma a su visión del mundo. La sabiduría obtenida a lo largo de los años le permite apreciar el presente sin anhelar lo que otros tienen, afirmando el valor en cada momento vivido.