Entonces, ¿por qué, pregunté, el mundo está tan fracturado? Bueno, puedes verlo de esta manera. ¿Te gustaría que el mundo se parezca a todos? No. El genio de la vida es su variedad. Incluso en nuestra propia fe, tenemos preguntas y respuestas, interpretaciones, debates. En el cristianismo, en el catolicismo, en otras religiones, lo mismo debate, interpretaciones. Esa es la belleza. Es como ser músico. Si encontró la nota y siguió golpeando esa nota todo el tiempo, se volvería loco. Es la combinación de las diferentes notas lo que hace la música. ¿La música de qué? De creer en algo más grande que usted.
(Then why, I asked, is the world so fractured? Well, you can look at it this way. Would you want the world to all look alike? No. The genius of life is its variety. Even in our own faith, we have questions and answers, interpretations, debates. In Christianity, in Catholicism, in other faiths, the same thing-debates, interpretations. That is the beauty. It's like being a musician. If you found the note, and you kept hitting that note all the time, you would go nuts. It's the blending of the different notes that makes the music. The music of what? Of believing in something bigger than yourself.)
El mundo presenta una multitud de perspectivas y creencias, lo que contribuye a su complejidad y riqueza. En lugar de luchar por la uniformidad, debemos apreciar la diversidad que existe en diferentes culturas y religiones. Esta variedad es esencial ya que fomenta preguntas, interpretaciones y debates dentro de las comunidades religiosas, ya sea en el cristianismo u otros sistemas de creencias.
Adoptar esta diversidad se asemeja al arte de la música; Una sola nota repetida puede volverse monótona, mientras que la combinación de varias notas crea armonía. Esta mezcla armoniosa es esencial para la experiencia de creer en algo más grande que uno mismo, recordándonos que la belleza de la vida radica en sus diferencias.