No hay nada inteligente que decir sobre una masacre. Se supone que todos están muertos, nunca dicen nada ni quieren nada más. Se supone que todo está muy callado después de una masacre, y siempre lo es, excepto los pájaros. ¿Y qué dicen los pájaros? ¿Todo lo que hay que decir sobre una masacre, cosas como, caca-tee-weet?
(There is nothing intelligent to say about a massacre. Everybody is supposed to be dead, to never say anything or want anything ever again. Everything is supposed to be very quiet after a massacre, and it always is, except for the birds. And what do the birds say? All there is to say about a massacre, things like, Poo-tee-weet?)
En "Slaughterhouse-Five", Kurt Vonnegut Jr. reflexiona sobre el profundo silencio que sigue a una masacre, enfatizando que silencia las voces y los deseos del difunto. Se espera que las consecuencias se llenen con una tranquilidad generalizada, lo que representa el peso de la pérdida y la tragedia. Sin embargo, a pesar de esta quietud, la naturaleza continúa, con las aves cantando como un marcado contraste con el sufrimiento humano.
La cita encapsula la inutilidad de tratar de articular el horror de tales eventos, lo que sugiere que la tragedia profunda nos deja sin palabras. La frase "poo-tee-weet" simboliza la persistencia simple y a veces absurda de la vida en medio de la devastación, lo que indica que, si bien la humanidad puede luchar por encontrar el significado, la indiferencia de la naturaleza continúa.