En el libro de Philip K. Dick "Elige", la narración profundiza en las complejidades de la realidad y la psique humana. La cita sugiere que, a veces, la naturaleza abrumadora de la realidad puede llevar a las personas a enfrentar sus limitaciones existenciales. Esta noción desafía la comprensión convencional de la cordura, lo que implica que perder el contacto con la realidad podría ser una reacción legítima a los absurdos de la vida.
Al reconocer que la locura puede servir ocasionalmente como una respuesta viable a un mundo inmanejable, Dick evoca una sensación de empatía por aquellos que luchan con su estado mental. Esta perspectiva alienta a los lectores a reflexionar sobre sus propios encuentros con la verdad y la percepción, planteando preguntas sobre lo que constituye una mentalidad racional en un mundo lleno de incertidumbres.