En "tener un poco de fe", Mitch Albom reflexiona sobre las complejidades de comprender la fe y la espiritualidad. Él enfatiza que Dios no puede limitarse a nuestras percepciones o tradiciones limitadas. En cambio, alienta la idea de adoptar una visión más amplia de la espiritualidad, una que incluye la riqueza de las historias y la sabiduría recolectadas de varias experiencias.
Albom sugiere que a medida que crecemos en nuestro entendimiento, no tenemos que disminuir nuestro sentido de lo divino; Más bien, podemos reconocer que Dios siempre está cerca de nosotros. Esta perspectiva invita a las personas a explorar la fe de una manera más personal y profunda, haciendo espacio para conexiones más profundas con lo divino en la vida cotidiana.