Cerraste los ojos. Esa fue la diferencia. A veces no puedes creer lo que ves, tienes que creer lo que sientes. Y si alguna vez vas a hacer que otras personas confíen en ti, debes sentir que también puedes confiar en ellos, incluso cuando estás en la oscuridad. Incluso cuando estás cayendo.
(You closed your eyes. That was the difference. Sometimes you cannot believe what you see, you have to believe what you feel. And if you are ever going to have other people trust you, you must feel that you can trust them too, even when you're in the dark. Even when you're falling.)
La cita enfatiza la importancia de confiar en los sentimientos de uno sobre meras observaciones. Sugiere que la verdadera comprensión y la conexión provienen de una perspectiva emocional más profunda, particularmente cuando las situaciones son desafiantes o poco claras. En tiempos de incertidumbre, cerrar los ojos simboliza dejar de lado juicios superficiales y abrazar verdades internas.
Además, el mensaje destaca la naturaleza recíproca de la confianza en las relaciones. Para fomentar la confianza, uno primero debe estar dispuesto a confiar en los demás, incluso en tiempos difíciles. Este intercambio mutuo es esencial, especialmente cuando se enfrenta a la adversidad, ya que fortalece los enlaces y crea una base para la conexión independientemente de las circunstancias externas.