Andrew Carnegie, un reconocido industrial y filántropo, nació en 1835 en Escocia y luego emigró a los Estados Unidos. Comenzó a trabajar en una fábrica de algodón, lo que marcó el comienzo de su viaje en el mundo de los negocios. La carrera de Carnegie prosperó cuando se aventuró en la industria del ferrocarril y luego en la fabricación de acero, donde construyó la compañía de acero Carnegie, convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos de su tiempo. Sus enfoques innovadores de producción y eficiencia ayudaron a revolucionar la industria del acero y sentaron las bases para la fabricación estadounidense. Carnegie no solo se centró en acumular riqueza sino también en retribuir a la sociedad. Creía firmemente en el concepto de "Evangelio de la riqueza", que sostenía que los ricos tenían la obligación moral de distribuir sus fortunas para el bien mayor. Como resultado, dedicó una parte significativa de su fortuna a establecer bibliotecas, instituciones educativas y organizaciones culturales en los Estados Unidos y más allá. Sus esfuerzos filantrópicos han tenido un impacto duradero, transformando comunidades y creando oportunidades para innumerables personas. En sus últimos años, Carnegie se convirtió en un defensor vocal de la paz y la reforma social, participando en los esfuerzos para promover la cooperación internacional. Financió la construcción de varias iniciativas relacionadas con la paz, incluida la dotación de Carnegie para la paz internacional. El legado de Carnegie continúa influyendo en la filantropía moderna y la responsabilidad social, ya que sigue siendo un símbolo de cómo la riqueza puede usarse positivamente para beneficiar a la sociedad.
Andrew Carnegie fue una figura destacada a fines del siglo XIX y principios del XX, conocido no solo por su riqueza sino también por su compromiso con la mejora social.
Nacido en Escocia, emigró a los EE. UU. Cuando era niño y rápidamente subió la escala económica a través del trabajo duro y las ideas innovadoras en la industria del acero.
Su creencia en la filantropía y la responsabilidad social lo llevó a donar gran parte de su fortuna, estableciendo bibliotecas e instituciones educativas que continúan atendiendo a las comunidades hoy.