Bernard Berenson fue un destacado historiador del arte conocido por su experiencia en arte renacentista, específicamente pintores maestros como Raphael, Michelangelo y Tiziano. Su carrera abarcó gran parte del siglo XX, durante el cual desarrolló un enfoque único de la crítica del arte que enfatizaba el juicio personal y el aprecio por los métodos académicos estrictos. Berenson escribió extensamente, y sus obras contribuyeron significativamente a la comprensión y apreciación del arte renacentista italiano, convirtiéndolo en una figura central en la historia del arte.
Nacido en 1865 en Lituania, Berenson luego se mudó a los Estados Unidos, donde obtuvo reconocimiento por su experiencia en el arte. Se convirtió en un asesor y coleccionista influyente, a menudo ayudando a dar forma a las colecciones de los principales museos y coleccionistas privados. Sus evaluaciones de obras de arte eran muy apreciadas, y a menudo usaba un conocimiento para determinar la autenticidad y el valor, estableciendo los estándares para las generaciones futuras de historiadores del arte.
Además de su trabajo académico, la vida de Berenson estaba inmersa en relaciones con artistas, coleccionistas e intelectuales, lo que llevó a una vida personal y social vibrante. Su villa en la Toscana se convirtió en un centro para reuniones artísticas e intelectuales. Desafortunadamente, el legado de Berenson a veces se complica por sus puntos de vista sobre el papel del arte en la sociedad, que han provocado una discusión entre los críticos y los académicos. Sin embargo, su impacto en la historia del arte sigue siendo profundo, ya que ayudó a elevar el campo y fomentar una apreciación más profunda por las obras maestras del Renacimiento.