La Biblia, un texto religioso central para cristianos y judíos, se divide en dos secciones principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento contiene escritos sagrados que son fundamentales para el judaísmo, que detalla la historia, las leyes y las profecías relevantes para el pueblo hebreo. Incluye libros como Genesis, que narra la creación y la historia temprana de la humanidad, y el éxodo, que cuenta la historia del escape de los israelitas de Egipto. El Nuevo Testamento se centra en la vida y las enseñanzas de Jesucristo, considerado como el Mesías en el cristianismo, y explora la formación de la Iglesia Cristiana Primeros. Consiste en los Evangelios, que ofrecen diferentes perspectivas sobre la vida de Jesús, las cartas de los apóstoles y el Libro de Apocalipsis, abordando los eventos futuros y el fin del mundo. A lo largo de sus textos, la Biblia aborda temas de fe, moralidad y la relación entre Dios y la humanidad. Su influencia abarca la literatura, la cultura y los sistemas legales, que conforman creencias y valores a través de siglos y diversas sociedades.
La Biblia se considera una revelación divina y una fuente de guía espiritual para innumerables individuos durante milenios.
. Sus enseñanzas han inspirado una multitud de interpretaciones y discusiones teológicas, reflejando una amplia gama de creencias y prácticas.
Como trabajo literario, la Biblia se elogia por sus narraciones profundas, poesía y lecciones morales, lo que lo convierte en uno de los textos más influyentes en la historia humana.