Charles Hatfield fue un inventor estadounidense conocido por sus técnicas de lluvia a principios del siglo XX. Nacido en 1875 en Pensilvania, ganó notoriedad en la década de 1900 cuando afirmó que podía inducir la lluvia mediante el uso de una mezcla química secreta. Su primer gran éxito ocurrió en 1908 cuando fue contratado por la ciudad de San Diego para abordar una severa sequía, y después de sus esfuerzos, el área experimentó lluvias sustanciales. Sin embargo, los esfuerzos de lluvia de Hatfield no estaban exentos de controversia. En 1916, estuvo involucrado en un incidente significativo en el cercano río Tijuana de San Diego que condujo a inundaciones masivas, causando daños y finalmente resultó en batallas legales. Las secuelas plantearon preguntas sobre la ética y las consecuencias de manipular los patrones climáticos, lo que plantea preocupaciones entre las autoridades públicas y locales. A pesar de las controversias, Charles Hatfield dejó un impacto duradero en el campo de la ciencia atmosférica y la modificación del clima. Sus ideas eran precursores de las técnicas modernas de siembra de nubes, y sigue siendo una figura notable en la historia de la manipulación del clima. Su trabajo despertó interés y debate sobre la capacidad de la humanidad para controlar la naturaleza y sus posibles impactos.
Charles Hatfield fue una mente inventiva que incursionó en la lluvia, alegando que podía controlar los patrones climáticos a través de sus mezclas químicas únicas.
Nacido en Pensilvania en 1875, atrajo la atención a principios de 1900, particularmente por su éxito de lluvia que alivió la sequía en San Diego.
A pesar de sus contribuciones, el legado de Hatfield está empañado por las controversias que surgieron de las inundaciones severas causadas por sus métodos, lo que provocó discusiones sobre implicaciones éticas en el control del clima.