Joseph Smith, el fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nació en 1805 en Vermont. Creció en una familia religiosa y, a una edad temprana, informó una serie de visiones que lo llevaron a creer que fue elegido para restaurar el verdadero evangelio. En 1820, Smith afirmó haber recibido una visión conocida como la primera visión, donde vio a Dios y a Jesucristo, que establecieron los fundamentos de sus posteriores enseñanzas religiosas. Después de esta experiencia, Smith comenzó a traducir lo que describió como las placas de oro, que afirmó haber recibido del ángel Moroni. Este proyecto dio como resultado el Libro de Mormón, publicado en 1830, que sirve como una Escritura clave para los Santos de los Últimos Días junto con la Biblia. Las enseñanzas de Smith enfatizaron la importancia de la revelación y la guía continua de Dios. El liderazgo de Smith incluyó el establecimiento de varias comunidades y la construcción de templos, que eran centrales para las prácticas de los últimos días. Se enfrentó a una importante oposición y persecución, pero continuó cultivando un movimiento religioso que atrajo a miles de seguidores. Su vida terminó trágicamente en 1844 cuando fue asesinado por una mafia en Illinois, solidificando su condición de mártir entre sus seguidores.
Joseph Smith, nacido en 1805 en Vermont, fue instrumental en la fundación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Sus primeras experiencias religiosas lo llevaron a creer que fue elegido por Dios para un propósito especial, que culminó en lo que llamó la primera visión en 1820.
Después de este evento fundamental, Smith tradujo las placas de oro al Libro de Mormón, publicado en 1830. Esta Escritura, junto con la Biblia, sentó las bases de las creencias de los últimos días, destacando la necesidad de revelación divina en curso.
A pesar de enfrentar la persecución, Joseph Smith construyó una comunidad religiosa e introdujo prácticas significativas como la adoración del templo. Su vida terminó violentamente en 1844, pero sigue siendo una figura central y venerada en la historia de los últimos días.