Marie Antoinette nació en 1755 como una archiduquesa austriaca, la hija menor de la emperatriz Maria Theresa. Se casó con Louis XVI de Francia a una edad temprana como parte de una alianza política destinada a fortalecer los lazos entre Austria y Francia. Inicialmente, era popular entre los franceses, pero su lujoso estilo de vida y su indiferencia percibida a sus luchas contribuyeron a su creciente impopularidad. Su reinado coincidió con importantes disturbios sociales y económicos en Francia. A medida que la nación enfrentaba una creciente deuda y hambruna, las extravagancias de la monarquía se convirtieron en una fuente de ira. La frase infame "Déjalos comer pastel", aunque falsamente atribuida a ella, simbolizó lo desconectada que parecía por la difícil situación de la gente común. A medida que estalló la revolución francesa, la situación de la familia real se volvió cada vez más precaria. Finalmente, Marie Antoinette y su esposo fueron capturados por revolucionarios. Fueron en juicio, y en 1793, ambos fueron ejecutados por Guillotine. Su vida y muerte han sido objeto de mucho escrutinio y adaptación en la cultura popular, donde a menudo se la retrata como una figura incomprendida. La historia de Marie Antoinette sigue siendo un potente símbolo de las consecuencias del exceso real y el espíritu revolucionario que tenía como objetivo reenviar a Francia. Marie Antoinette nació en 1755 en Viena, Austria, y se convirtió en la reina de Francia en su matrimonio con Louis XVI en 1770. Como parte de una alianza estratégica entre Austria y Francia, fue empujada a una cubierta de paisaje político con expectativas y desafíos. Su reinado la vio convertirse en un punto de crítica focal debido a su extravagante estilo de vida en medio de dificultades nacionales, especialmente durante una época de crisis económica. A menudo fue percibida como desconectada de las luchas que enfrentan sus sujetos, que alimentaban el desdén público. trágicamente, su vida terminó con la agitación de la revolución francesa. Después de un reinado turbulento, ella y su esposo fueron ejecutados en 1793, marcando para siempre su legado en la historia como emblemático de los excesos de la monarquía y los cambios monumentales que ocurren en Francia.