Mary Todd Lincoln, nacida en 1818, era la esposa de Abraham Lincoln, la 16ª Presidenta de los Estados Unidos. Ella creció en una familia prominente en Kentucky y estaba bien educada para una mujer de su tiempo. Mary jugó un papel vital en la carrera política de su esposo, especialmente durante sus campañas presidenciales. A pesar de su personalidad de voluntad fuerte, enfrentó críticas y desafíos como primera dama, incluido el escrutinio por sus gastos y eventos sociales. A lo largo de su vida, Mary enfrentó tragedias personales, incluidas la muerte de sus hermanos, y más tarde, sus hijos. Estas pérdidas afectaron profundamente su salud mental, lo que condujo a episodios de depresión. Después del asesinato de Abraham Lincoln en 1865, Mary luchó para hacer frente al inmenso dolor y aislamiento que sintió como viuda, lo que llevó a una turbulenta vida post-pridencial. En sus últimos años, la salud mental de Mary continuó deteriorándose, lo que resultó en una estadía en un sanatorio. Finalmente se mudó a Chicago y vivió con su hijo sobreviviente, Robert. A pesar de los desafíos que enfrentó, su legado sigue vivo, ya que es recordada por su dedicación a su esposo y sus contribuciones como una figura histórica significativa durante un tiempo turbulento en la historia estadounidense.
Mary Todd Lincoln, nacida en 1818, era la esposa del presidente Abraham Lincoln, conocida por su fuerte personalidad y su papel fundamental en el ascenso político de su esposo.
Se enfrentó a muchas dificultades personales, incluidas la muerte de los miembros de su familia, lo que afectó profundamente su bienestar emocional y contribuyó a sus luchas con la depresión.
Después del asesinato de Lincoln, se ocupó del profundo dolor y una vida desafiante, en última instancia, encontró una existencia más tranquila con su hijo en Chicago, mientras dejó un legado entrelazado con la historia estadounidense.