Thomas Szasz fue un prominente psiquiatra y psicoanalista conocido por sus puntos de vista críticos sobre la psiquiatría y el sistema de salud mental. Obtuvo un reconocimiento generalizado por desafiar el modelo médico de enfermedad mental, argumentando que los trastornos mentales no deben tratarse como enfermedades físicas. Szasz creía que muchos diagnósticos psiquiátricos eran subjetivos y dependían de las normas sociales en lugar de la evidencia científica, lo que lo llevó a abogar por el concepto de enfermedad mental como un mito. Las obras de Szasz, incluido "El mito de la enfermedad mental", enfatizó la responsabilidad personal y la importancia del libre albedrío. Argumentó que etiquetar a las personas con trastornos mentales a menudo sirve para controlarlos en lugar de ayudarlos. Alentó un enfoque más humano para comprender el comportamiento, lo que sugiere que la sociedad debería centrarse en las circunstancias y elecciones del individuo en lugar de patologizarlos. A lo largo de su carrera, Szasz fue un defensor de las libertades civiles, especialmente en el ámbito del tratamiento de salud mental. Se opuso a hospitalización involuntaria e intervenciones psiquiátricas sin consentimiento, afirmando que tales prácticas infringían las libertades personales. A través de sus escritos y conferencias, su objetivo fue empoderar a las personas y provocar discusiones críticas sobre la naturaleza de la salud mental y el papel de la psiquiatría en la sociedad. Thomas Szasz fue un psiquiatra reconocido que examinó críticamente la comprensión convencional de la enfermedad mental. Argumentó que los trastornos mentales a menudo se tergiversan como enfermedades y pidieron una reevaluación de cómo la sociedad ve y trata los problemas psicológicos. Su trabajo principal, "El mito de la enfermedad mental", postula que muchos diagnósticos psiquiátricos son arbitrarios y sirven más para ejercer el control que ofrecer ayuda genuina. Él creía que comprender las elecciones y los comportamientos individuales era más beneficioso que etiquetar a alguien como enfermedad mental. SZASZ fue un fuerte defensor de las libertades personales, oponiéndose al tratamiento involuntario y la hospitalización, enfatizando la importancia del consentimiento en la atención de salud mental. Su legado continúa inspirando discusiones sobre la ética y las prácticas de la psiquiatría hoy.