Una iglesia centrada en Cristo sirve como una comunidad enriquecedora en lugar de una exhibición para aquellos que ya son perfectos o sin pecado. En este contexto, enfatiza la importancia de la compasión, la aceptación y la curación para las personas que luchan con sus deficiencias, fracasos o pecados. La iglesia actúa como un lugar donde las personas pueden encontrar apoyo y orientación sobre sus viajes espirituales, en lugar de solo un escenario para mostrar superioridad moral.
La cita de Randy Alcorn destaca la necesidad de que las iglesias se concentren en traer esperanza y restauración a todos, en lugar de juzgar o excluir a aquellos que son imperfectos. Esta perspectiva fomenta un entorno en el que las personas pueden estar abiertas sobre sus luchas y buscar perdón y transformación. La noción de la iglesia como "hospital" significa un compromiso de ayudar, sanar y enseñarles a todos los creyentes, recordándoles que todos necesitan gracia y redención.