Un buen comandante, pensó Ender, no tiene por qué hacer amenazas estúpidas.
(A good commander, thought Ender, doesn't have to make stupid threats.)
En "El juego de Ender", el protagonista Ender Wiggin reflexiona sobre las cualidades de un liderazgo eficaz. Llega a comprender que un buen comandante muestra fuerza y autoridad sin recurrir a amenazas vacías. Esta comprensión resalta la importancia de la inteligencia y la estrategia sobre la fuerza bruta para imponer respeto y lograr objetivos.
Los pensamientos de Ender revelan un aspecto fundamental del liderazgo: el verdadero poder reside en la capacidad de inspirar y guiar a otros en lugar de infundir miedo. Al enfatizar la sabiduría y la consideración, la narrativa subraya que el mando eficaz proviene de la comprensión y el respeto en lugar de la intimidación.