La cita "Todos los humanos son musicales. ¿Por qué si no el Señor te daría un corazón que late?" de "Las cuerdas mágicas de Frankie Presto" de Mitch Albom sugiere que la música es una parte inherente de la experiencia humana. Implica que nuestra propia existencia, representada por el latido del corazón, nos conecta con el arte de la música, que resuena profundamente en cada individuo. Esta perspectiva resalta la idea de que cada persona tiene una musicalidad única dentro de sí, influenciada por sus emociones, experiencias y creatividad.
El autor utiliza esta cita para enfatizar la naturaleza universal de la música como una fuerza vital en la vida. Al vincular los latidos del corazón con la musicalidad, Albom sugiere que la música no es sólo una forma de arte externa sino un ritmo interno que da forma a nuestras vidas y sentimientos. Esta conexión nos anima a explorar nuestras propias expresiones musicales, reconociendo que todos llevamos un elemento melódico que contribuye al tejido más amplio de la experiencia humana.