En todo el mundo, a los niños en todos los lados de la línea de bombas estaban acostados sus vidas por lo que les habían dicho que era su país, y a nadie parecía importarle, menos de todos los niños que estaban tendiendo sus vidas jóvenes.
(All over the world, boys on every side of bomb line were laying down their lives for what they had been told was their country, and no one seemed to mind, least of all the boys who were laying down their young lives.)
La cita de "Catch-22" de Joseph Heller destaca la trágica ironía de la guerra, donde los jóvenes sacrifican sus vidas por una causa en la que se les ha enseñado a creer como patriótico. Ilustra la desconexión entre la noción romántica de servir a su país y la dura realidad de la violencia y la pérdida que acompañan la guerra. Los niños de ambos lados del conflicto, en su ingenuidad y obediencia, están atrapados en un sistema que parece indiferente a su sufrimiento.
La observación de Heller señala un comentario más amplio sobre las ambigüedades morales de la guerra y la naturaleza a menudo ajena de la sociedad hacia los sacrificios realizados por estos jóvenes soldados. A pesar de la gravedad de su situación, el impacto emocional en estos niños parece minimizado, enfatizando los efectos deshumanizantes del conflicto. En última instancia, la cita sirve como un poderoso recordatorio de los costos personales de la guerra, cuestionando la validez de los valores inculcados en ellos por la sociedad.