En el campo de la ingeniería, particularmente entre los ingenieros informáticos, existe una ambición prevalente de ascender a los roles de gestión. Esta ambición a menudo se ve como una norma social, lo que lleva a muchos ingenieros a seguir estas posiciones como una medida de éxito. No alcanzar un papel de gestión por cierta edad puede conducir a percepciones de la insuficiencia entre los compañeros.
Este instinto para buscar puestos de gestión refleja una cultura más amplia dentro de las disciplinas de ingeniería donde los roles de liderazgo son altamente valorados. El deseo de administrar parece arraigado en ingenieros informáticos, destacando una presión para cumplir con estas expectativas en sus viajes profesionales.