En el libro "Precious and Grace" de Alexander McCall Smith, se explora el concepto de tener un sirviente, revelando que no necesariamente denota riqueza o privilegio. Incluso familias de medios modestos generalmente empleaban a una criada, ya que esta era una práctica común en la sociedad. La presencia de ayuda doméstica fue vista como un acuerdo estándar que contribuyó a la vida cotidiana.
El empleo de una criada cumplió una función social importante al proporcionar empleos que de otra manera no podrían haber estado disponibles. Esto destaca la interconexión de los roles nacionales y la economía, lo que demuestra que tales posiciones son esenciales para apoyar los medios de vida en una comunidad.