En su correspondencia con el gobernador de Virginia Edmund Randolph, Richard Henry Lee expresó su preocupación por los peligros potenciales de otorgar poder sin control al Congreso. Advirtió que la humanidad a menudo se balancea entre los extremos, y que la demanda actual de poder del Congreso podría conducir a la erosión de la libertad si no se aborda con precaución. Lee advirtió que la historia muestra que las naciones libres tienden a perder sus libertades debido a las apresuradas decisiones y una falta de cuidadosa consideración.
Esta reflexión de Lee enfatiza la importancia de una Declaración de Derechos como una salvaguardia contra la extralimitación del poder gubernamental. Él creía que mantener un equilibrio de poder y proteger las libertades individuales era crucial para prevenir el patrón histórico de deterioro democrático. Sus ideas destacan la lucha continua entre la necesidad de una gobernanza efectiva y la preservación de las libertades.