Clevinger es retratado como un personaje que posee creencias y principios fuertes, lo que a menudo lo lleva a argumentos acalorados. Cuando estas discusiones se intensifican, se siente abrumado, luchando por respirar y luchar contra las lágrimas, ilustrando la intensidad de sus convicciones y la agitación emocional que le causan. Esta reacción destaca la profundidad de su compromiso con sus ideas, pintándolo como un individuo apasionado, aunque algo irracional.
Su inquebrantable dedicación a sus principios hace que otros lo ven como un loco, lo que sugiere que su fervor puede aislarlo o conflicto con las perspectivas más pragmáticas de quienes lo rodean. Esto refleja un tema común en "Catch-22", donde lo absurdo de la guerra y la burocracia a menudo choca con creencias personales, lo que lleva a una sensación de desesperación y conflicto emocional. El personaje de Clevinger sirve como un vehículo para explorar la lucha entre el idealismo y las duras realidades de la vida.