En "For One More Day" de Mitch Albom, un personaje experimenta un momento de reflexión mientras cruza la calle. Su hermana, Roberta, ofrece cruelmente traerle un cono de helado, lo que lo lleva a pensar críticamente sobre su sugerencia. Se da cuenta de la impracticabilidad de su elección, señalando que los conos de helado son efímeros y pueden desaparecer rápidamente. Este simple intercambio crea una contemplación más profunda sobre la inutilidad y la naturaleza fugaz de ciertos deseos.
La interacción destaca el afecto y la complejidad de las relaciones entre hermanos al tiempo que ilustra la transiencia de la vida. La respuesta del protagonista revela una mezcla de exasperación y frustración, lo que lo lleva a considerar las implicaciones más profundas de tales momentos triviales. A través de esta anécdota, Albom invita a los lectores a pensar en la importancia de conectarse con sus seres queridos mientras se considera consciente del paso del tiempo, enfatizando que algunas cosas, aunque aparentemente pequeñas, pueden tener un significado profundo.