En el libro "The Magic Strings of Frankie Presto", el autor Mitch Albom explora la idea de que antes de que un bebé pueda ver, perciben el mundo que los rodea en colores vibrantes. Esta representación sugiere que las experiencias iniciales de los recién nacidos están llenas de vívidas impresiones que afectan su desarrollo temprano.
Cuando los bebés comprenden con sus pequeñas manos por primera vez, están buscando simbólicamente estos colores atractivos, lo que significa una atracción innata por la belleza y la vitalidad. Este momento refleja la profunda conexión entre las experiencias sensoriales de un niño y sus respuestas emocionales, destacando la importancia del color y la belleza en la configuración de su mundo.