La cita de Soren en "The Golden Tree" de Kathryn Lasky enfatiza que el linaje de una persona no determina su verdadero carácter. En cambio, son las elecciones que hacen y las acciones que toman que definen quiénes son. Esta perspectiva alienta a las personas a centrarse en el crecimiento personal y la responsabilidad en lugar de depender de la ascendencia o la herencia para reclamar valor o valor.
Este mensaje sirve como un poderoso recordatorio de que nuestra identidad y moralidad están formadas por nuestros hechos, lo que sugiere que cualquiera puede superar sus circunstancias. Por lo tanto, promueve la idea de que tenemos la agencia para crear nuestros caminos y que nuestras decisiones finalmente reflejan nuestra esencia, independientemente de nuestros antecedentes o lazos familiares.