Pero cuando se trata de seres humanos, el único tipo de causa que importa es la causa final, el propósito. Lo que una persona tenía en mente. Una vez que entiendes lo que la gente realmente quiere, no podrás odiarlas más. Puedes temerles, pero no puedes odiarlos, porque siempre puedes encontrar los mismos deseos en tu propio corazón.
(But when it comes to human beings, the only type of cause that matters is final cause, the purpose. What a person had in mind. Once you understand what people really want, you can't hate them anymore. You can fear them, but you can't hate them, because you can always find the same desires in your own heart.)
La esencia de la motivación humana radica en comprender la causa o el propósito final detrás de las acciones de las personas. Esta noción enfatiza que la verdadera fuerza impulsora detrás de los individuos son sus deseos e intenciones. Reconocer lo que las personas realmente buscan nos permite empatizar con ellas, transformando el odio potencial en comprensión o incluso miedo, a medida que nos relacionamos con sus aspiraciones y luchas.
Orson Scott Card, en "Speaker for the Dead", sugiere que cuando captamos los puntos comunes de los deseos humanos, el odio se disipa, revelando paisajes emocionales compartidos. Esta perspectiva fomenta la compasión, ya que resalta que las motivaciones subyacentes en los demás pueden reflejar nuestros propios sentimientos y experiencias, salvando brechas de animosidad y promoviendo un sentido de conexión entre las personas.