El gobierno del coronel Korn era un golpe de genio, explicó el coronel Korn en su informe al coronel Cathcart. Bajo el gobierno del coronel Korn, las únicas personas permitidas a hacer preguntas fueron aquellos que nunca lo hicieron. Pronto, las únicas personas que asistieron fueron aquellas que nunca hicieron preguntas, y las sesiones fueron descontinuadas por completo, ya que Clevinger, el cabo y el coronel Korn acordaron que no era posible ni necesario educar a las personas que nunca cuestionaron nada. Coronel
(Colonel Korn's rule was a stroke of genius, Colonel Korn explained in his report to Colonel Cathcart. Under Colonel Korn's rule, the only people permitted to ask questions were those who never did. Soon the only people attending were those who never asked questions, and the sessions were discontinued altogether, since Clevinger, the corporal and Colonel Korn agreed that it was neither possible nor necessary to educate people who never questioned anything. Colonel)
En "Catch-22" de Joseph Heller, el coronel Korn presenta una regla inteligente que limita las preguntas que quitan preguntas a aquellos que nunca plantean preguntas. Esta estrategia resulta rápidamente en un escenario en el que los participantes en las discusiones son aquellos que generalmente se abstienen de la investigación, lo que lleva a la interrupción de las sesiones. La razón detrás de esta regla es que es inútil e innecesario educar a las personas que no muestran curiosidad ni deseo de aprender.
La ironía en el enfoque del coronel Korn destaca los absurdos de la burocracia militar. Al eliminar el interrogatorio de la discusión seria, se asegura de manera efectiva de que no ocurra un diálogo significativo, lo que refuerza aún más la idea de que aquellos en el poder a menudo prefieren la conformidad sobre el pensamiento crítico. Esta toma satírica subraya los temas de absurdo y desprendimiento presentes en toda la novela.