En la novela de Philip K. Dick "Los tres estigmas de Palmer Eldritch", el protagonista, Palmer Eldritch, ofrece un giro ambicioso sobre el concepto de vida eterna. En lugar de simplemente confiar en las promesas divinas, Eldritch cree que puede mejorar y comercializar la idea, mostrando el deseo de manipular y controlar los deseos humanos a través del marketing. Esto refleja un comentario más profundo sobre el capitalismo y la mercantilización de las creencias espirituales en la sociedad.
A través de esta narrativa, Dick explora la tensión entre la fe y el materialismo, destacando cómo la búsqueda de la inmortalidad puede contaminarse por los intereses comerciales. La perspectiva de Eldritch desafía las nociones tradicionales de la vida eterna, lo que sugiere que se puede empaquetar y venderse como cualquier otro producto. Este cambio de paradigma plantea preguntas sobre la autenticidad de las experiencias y las implicaciones éticas involucradas en la comercialización de aspiraciones humanas fundamentales.