Los ingenieros quieren producir algo, dijo Wallach. No fui a la escuela durante seis años solo para obtener un cheque de pago. Pensé que si de esto se trata de la ingeniería, demonios con ella. Fue a la escuela nocturna, para obtener una maestría en administración de empresas. Siempre estaba buscando el dinero. Obtendría el M.B.A., volvería a Nueva York y ganaba algo de dinero, pensó. Pero realmente no quería hacer eso. Quería construir computadoras.
(Engineers want to produce something, said Wallach. I didn't go to school for six years just to get a paycheck. I thought that if this is what engineering's all about, the hell with it. He went to night school, to get a master's in business administration. I was always looking for the buck. I'd get the M.B.A., go back to New York, and make some money, he figured. But he didn't really want to do that. He wanted to build computers.)
Wallach expresa un sentimiento común entre los ingenieros: están impulsados por el deseo de crear en lugar de simplemente ganar un cheque de pago. Él reflexiona sobre su viaje educativo, donde inicialmente persiguió la ingeniería con pasión, solo para sentirse desilusionado por la idea de trabajar únicamente para obtener ganancias financieras. Esto lo llevó a considerar promover su educación con un MBA como una forma de asegurar un trabajo lucrativo en Nueva York, pero en el fondo, anheló el cumplimiento que proviene de la construcción de computadoras.
Este conflicto interno destaca la lucha entre seguir una carrera por los beneficios monetarios y seguir los verdaderos intereses y pasiones. La experiencia de Wallach sirve como un recordatorio de que muchos profesionales se encuentran en una encrucijada, donde la ambición puede empujarlos hacia caminos que no se alineen con sus deseos innatos de creatividad e innovación. Al final, su anhelo de crear computadoras reafirmó su compromiso de ingeniería durante una vida centrada únicamente en el éxito financiero.